viernes, 30 de julio de 2010

She and He.


Ella estaba hermosa, tenía un largo y ondulado cabello castaño que se movía levemente con el viento, sus azules ojos brillaban como nunca y sus mejillas estaban completamente ruborizadas, su rostro pintaba una sencilla y tímida sonrisa. Ella no dejaba de mirarlo y no le importaba si se el se daba cuenta. El tenía un brillante cabello y tampoco dejaba de mirarla con timidez y atrevimiento a la vez. El era un galán con el que todas desearían estar, pero el la eligió a ella. Los dos se miraban con fijeza al lo lejos y no paraban de sonreír, el se paro del asiento en medio de la clase cuando el profesor salio y todos empezaron a levantarse y hablar. Para ella era como si no hubiese nadie, como si el salón estuviese completamente vacío y solo estuviese el acercándose lentamente, no escuchaba ni los gritos, ni a la gente hablando, solo oía sus pasos, que se intensificaban con cada segundo que transcurría. Ella se levanto de su sitio, se acomodo un poco el cabello y se quedo ahí parada esperándolo, en cuanto se acerco a ella estuvieron unos segundos mirándose, hasta que el bajo la mirada y la dirigió a la de la mano de ella y luego se la tomó volvió a alzar la mirada lentamente y se acerco con la misma lentitud hasta sus labios y la besó. Era para ella el mejor beso que había tenido en su vida, el más especial. Ese era el mejor momento de su vida y no quería que terminara jamás, que durara para siempre. Pero a veces las cosas no son como uno quiere…
Abrió los ojos y se encontraba en el salón de clases, la sonrisa se desdibujo de su cara y vio que todo el salón hablaba y se paraba a conversar o armar alboroto con los demás, ella seguía ahí sentada y luego lo busco con la mirada para comprobar que todo había sido un sueño, uno que jamás se cumpliría. El se encontraba en el extremo opuesto del salón, estaba abrazado de una chica y después le dio un beso en la mejilla, ella aparto la mirada de ese lugar, sabía  que era imposible, que era algo que jamás iba a suceder por mas que quisiera, por mas que lo deseara con todas las fuerzas de su corazón, y solo miro a la ventana con esa triste mirada que suele poner la gente cuando le apagan la ilusión y de repente una lagrima cayo de su rostro, y solo miraba al vacío, como si intentara escapar a su mundo donde las cosas si son como ella lo quiere, como si quisiera soñar y no despertar y ver la triste realidad.

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