martes, 4 de septiembre de 2012

Distracción

A veces las películas son crueles, las alternativas imaginarias son crueles, muchas veces nos venden una idea de la realidad completamente equívoca y errónea, nos proyectan finales felices con canciones pop que hablan de lo increíble que es la vida como fondo y es cruel, porque por más películas que sean, suelen dar esperanza, y un tipo de mensaje o enseñanza, bien sea intencionalmente o no.
Pero en la realidad, la vida es mucho más que lo que una cámara intenta captar o de lo que unas personas pueden interpretar, no hay finales felices porque no hay finales, la vida no es todo el recorrido hasta el momento especifico de felicidad donde todo se congela seguido de créditos, la vida es un recorrido completo de cada etapa, buena o mala, ninguna es permanente, ni llega como se espera, y aunque así fuera, no tendría sentido la vida si sabemos como va a terminar, si nos sabemos todo el guión, sería más seguro, sin esos giros sorpresivos que espantan, porque no sabes cuando o como llegaran si mejoraran todo o sólo empeorará.
La realidad que vivimos es dolor, la felicidad es una distracción, una vía de escape, un atajo, todo lo demás es dolor, dolor y miedo, miedo a la muerte, a lo desconocido, al dolor.
Pero por otro lado, ¿Para qué queremos o esperamos que las películas se asemejen a la realidad?, la realidad es dura, la respiramos cada día, la sentimos cada mañana al despertar y darnos cuenta de que el mundo que creamos era otro sueño, otro delirio nocturno; es sobria, sólida y dura, y nos rodea en cada paso, nos ata al suelo, nos decepciona y nos ahoga, ¿Para qué queremos ver todo eso en una película una y otra vez?.
Las películas pueden ser crueles, nos venden una idea falsa, una expectativa dañada de cómo es el mundo, pero eso son, un escape de tanta imposibilidad, a veces necesitamos ver que aunque en nuestro mundo tan real y tan lógico todo es palpable y triste, alguien es feliz, así no exista ese alguien, ni su felicidad, porque en su mundo tan ficticio y paralelo todo es libre y moldeable, todo es magia.
Eso son las películas, los libros, la música, las posibilidades, los sueños, ¿no?… una distracción.