miércoles, 6 de julio de 2011

Alas rotas que no se rinden

Mis alas rotas emprenden un débil vuelo en medio de la tormenta y la niebla, en medio de nada, en busca de algo que las llama, en busca de tí. Mis alas rotas brillan titilando opacamente en la oscuridad que las envuelven, no hay nada que las frene, no dejan de batirse en su suave vaivén, están destrozadas y sin energías para seguir, pero hay algo en el frío viento que no deja que se detengan, el aire ayuda a mis quebradas alas a continuar con su tortuoso camino. La lluvia interviene, mojando mis secas alas deshidratadas, las señales me ayudan, orientan a mis perdidas alas.
Y lo que parece imposible es real, lo que estaba perdido fue encontrado, los sueños desvariados murieron reencarnando en realidades absolutas. Mis alas rotas, mis débiles alas me llevaron más allá de donde pensé que serían capaces de dirigirme, aunque yo lo creía imposible, mis alas no se dieron por vencido y en lugar de escuchar mis necios reproches acerca de que no llegarían jamás a su destino, escucharon los deseos de mi corazón noble y simplemente se alzaron y me transportaron a mis anhelos más oculto e intensos. Ahora se que mis alas siempre podrán trasladarme a donde yo quiera llegar, sin importar lo lejos que sea el lugar y ni los obstáculos que se interpongan en durante el vuelo y sin importar lo descompuestas y fracturadas que estén mis alas.
                                                                                                                                                                 

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